El Consejo Pastoral de Mujeres (PWC, por sus siglas en inglés) fundado en 1997, se autodescribe como “una organización de miembros que empodera a las mujeres a nivel comunitario”. Esta organización trabaja en las regiones localizadas en el noreste de Tanzania, mismas que cuentan con una gran diversidad de grupos étnicos. Según la propia página web de la organización, se describe que en este momento existen 6,500 mujeres miembros colaborando en y desde diversos ámbitos para el logro de sus objetivos.
Ahora bien, Naishorua Masago era una niña que durante el año 2008, cuando ella apenas tenía 13 años, fue forzada por su padre a contraer matrimonio. Al mismo tiempo su realidad se derrumbaba, ya que durante toda su vida creyó que ella vivía con su padres, sin embargo; en realidad estos eran sus abuelos. Para en el momento en el que esto sucedía, el PWC ya contaba con una red posicionada dentro de los territorios de Tanzania y Kenia. Por lo mismo, pudieron ejercer acciones para rescatar a Nai.
Con el fin de cambiar la condición de Nia, y debido a que cumplía con los requisitos necesarios para contender por una beca; el Consejo decidió otorgarle aquella para que pudiera continuar sus estudios en la escuela secundaria de Emanyata; centro estudiantil dirigido por la propia organización. Permitiendo que Nia pudiera huir del matrimonio forzado y continuar con su vida. Así ella consiguió obtener un título de educación secundaria,
A pesar de la acción, al regreso con su familia y con 17 años cumplidos, por segunda ocasión sus padres intentaron unirla de nuevo en matrimonio. En esta ocasión, ella un día antes de la ceremonia tuvo que huir con la ayuda de un motociclista, para posteriormente ser trasladada a un centro de refugio administrado por la organización. Hoy en día Naishorua Masago cuenta con 28 años, y trabaja de la mano con el Consejo para cambiar la realidad de niñas en la región, combatiendo la violencia de género, los matrimonios forzados y la mutilación genital.
El Consejo Pastoral de Mujeres, hoy en día trabaja junto con organizaciones internacionales, fondos e instituciones gubernamentales para propiciar un mayor impacto dentro su región, Además, que se intenta expandir a mayor escala y territorio nuevas tareas; como la garantía al acceso de agua potable, y la posesión de la tierra. Siendo estos temas cruciales para el posicionamiento general de los Derechos de las mujeres en la región. Aunque es cierto que el trabajo aún es bastante.
– Créditos a imagen destacada: Notícias do brasil –