
Durante toda la campaña en la carrera hacia la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump generó y reforzó un discurso que posiciona a los miembros de la Comunidad LGBT+ como un grupo que ha afectado de forma directa el desarrollo estructural de la nación. Al mismo tiempo ha construido un discurso en donde establece que este grupo propicia atrasos dentro de rubros económicos, políticos, científicos, etc. debido al gasto público que representan los apoyos a los individuos.
Desde la llegada del mandatario Trump a la presidencia de los Estados Unidos, ha tomado diversas decisiones y ha ejecutado una gran variedad de acciones que, bajo su lógica, le han quitado poder de incidencia a la Comunidad LGBT+. Y han restablecido el orden social dentro de la población. Sin embargo, estas únicamente han vulnerado la salud, la seguridad social, el desarrollo educacional y la integridad individual y muchos otros ámbitos de quienes se identifican bajo este grupo poblacional.
A pesar de los numerosos enfrentamientos, y luego de muchas polémicas vividas entre el presidente y personalidades relevantes de la Comunidad, los recortes presupuestarios continúan. Esta semana se hizo pública la cancelación de 68 subvenciones hacia centros de investigación dedicados a la atención de temas de salud en personas gays, lesbianas y transgénero. La detención se justificó en un intento por contrarrestar a la “ciencias impulsada por ideologías”.
En total, 46 instituciones se verán afectadas por esta medida, ya que las subvenciones representan casi 40 millones de dólares. Aunque alguna parte del presupuesto ya ha sido usado para las investigaciones, este recorte compromete 1.36 millones que serían otorgados en próximos períodos, incluso cuando sólo se preveía que se destinaría por parte del Estado ⅓ de esa cifra para continuar con los procesos.
Aunque los recursos monetarios eran mayoritariamente referidos a investigaciones sobre minorías sexuales y se enfocaban en el estudio de la prevención del VIH. Otras áreas impulsadas por estas subvenciones era la investigación del cáncer, el suicidio juvenil y la salud ósea. Bajo la misma línea argumental que Trump, el vocero del Departamento de Salud y Servicios Humanos declaró que está “dedicado a restaurar su tradición de mantener un estándar de oro, basado en evidencia científica“.
Tara McKay, líder del Laboratorio de Políticas LGBTQ de la Universidad de Vanderbilt ha declarado que todos los proyectos que actualmente se encuentran en desarrollo corren riesgo. Prácticamente la totalidad de los estudios realizados en ese laboratorio se verán afectados por el recorte de financiamiento, derivando en que los resultados a largo plazo se comprometan de sobremanera. Otros expertos han mencionado que esta iniciativa arriesga el conocimiento y afecta a todos.
Esta acción no sólo expone el desarrollo tecnológico y de conocimiento que las investigaciones han propiciado, también significa la pérdida de empleos de jóvenes dedicados a sus áreas correspondientes. Así como el retraso en la publicación de informes, artículos y medidas que contribuyen de forma significativa a los tratamientos poblacionales a gran escala y que no solo benefician a minorías sociales, si no a todo el mundo.
– Créditos a imagen destacada: Mark Lennihan –