
Cultivos afectados por la sequía, uno de los principales retos de la agricultura frente a la crisis climática.
La crisis climática está transformando de manera profunda el futuro de la agricultura, imponiendo retos sin precedentes en la producción de alimentos y en la estabilidad económica del sector. El incremento de fenómenos extremos como sequías, inundaciones y olas de calor impacta directamente en los rendimientos de los cultivos, encareciendo costos y generando incertidumbre en la seguridad alimentaria. Este panorama obliga a repensar los sistemas agrícolas, incorporando estrategias de adaptación que incluyen innovación tecnológica, gestión sostenible de recursos y políticas públicas orientadas a la resiliencia. Más allá de un problema ambiental, el cambio climático se presenta como un factor determinante en la redefinición de la economía agrícola y en la necesidad de construir modelos productivos capaces de enfrentar un futuro incierto.