
El reciente fallo de la Cámara de Diputados que desechó la solicitud de desafuero del exgobernador y actual diputado federal Cuauhtémoc Blanco ha generado una oleada de críticas desde distintos sectores sociales y políticos. En el centro de la controversia se encuentra no sólo la figura del exfutbolista convertido en político, sino también el debate de fondo sobre la violencia de género, el uso del fuero y la impunidad en México.
Pero antes, ¿qué es el fuero?
El fuero constitucional es un instrumento legal que protege a ciertos funcionarios públicos (como diputados, senadores o gobernadores) de ser procesados penalmente durante el tiempo que ocupan el cargo. El objetivo original es proteger a los funcionarios de posibles venganzas políticas. Pero cuando hay acusaciones graves, el fuero puede usarse como excusa para no enfrentar la justicia como cualquier otro mexicano lo haría.
¿Quién es Cuauhtémoc Blanco?
Famoso por su carrera en el fútbol mexicano, Cuauhtémoc Blanco dio un giro a la política en 2015, cuando fue electo alcalde de Cuernavaca. En 2018 asumió como gobernador de Morelos hasta 2024, año en que fue electo como diputado federal. Su trayectoria ha estado marcada por la polémica, desde acusaciones de corrupción hasta vínculos con el crimen organizado, incluyendo su presunta complicidad en un homicidio. Persisten múltiples carpetas de investigación en su contra, al menos ocho solo en la Fiscalía Anticorrupción de Morelos.
El caso actual, su acusación de abuso sexual
La solicitud de desafuero que se discutió el 25 de marzo en la Cámara de Diputados derivó de una acusación por violación en grado de tentativa hecha por Nidia Fabiola Blanco, media hermana del diputado. Pese a la gravedad del caso, la mayoría de las y los diputados votaron en contra de que Cuauhtémoc perdiera su fuero político. Solo 22 de las 146 diputadas de Morena difirieron con el comportamiento de su partido y defendieron la causa feminista.
“Fue muchísima hipocresía de su parte porque algunas de ellas las vimos manifestándose el 8 de marzo. Solo pedimos quitarle el fuero para que pueda enfrentar un proceso legal como cualquier ciudadano común y corriente”, dijo la activista Fernanda Espinoza
Ante lo sucedido, la demandante, Fabiola Blanco, se proclamó:
“A mí me pareció todo un show, una vergüenza lo que vimos ayer. Las mujeres le gritaban que no estaba solo y lo rodeaban para aplaudirle. Es denigrante, la verdad. Me pareció algo pésimo”
Su abogado confirmó que el caso aún no ha terminado y que la carpeta de investigación sigue en integración por las autoridades de Morelos.
Por su parte, aunque el voto de la bancada del PRI fue clave para frenar el desafuero, sus integrantes argumentaron que su decisión no tenía que ver con la culpabilidad o inocencia de Cuauhtémoc Blanco, sino con fallas en la integración de la carpeta de investigación, lo cual, aseguraron, ponía en riesgo la legalidad del proceso. Para ellos, aprobar el desafuero en esas condiciones podría ser un mal ejemplo y prestarse para que en el futuro se use el desafuero como herramienta política.
De igual forma, la presidenta se deslindó, al declarar que ella no respalda a personas, sino al pueblo:
“Nosotros no vamos a proteger a nadie, debe quedar clarísimo, pero debe demostrarse, pues que hay un delito” aseguró Sheinbaum.
Sin embargo, colectivos feministas como Las Brujas del Mar y Ola Violeta AC rechazaron esa postura:
“No estamos hablando solamente del caso de Cuauhtémoc Blanco y su media hermana. Nunca es un caso individual cuando hablamos de violencia de género contra niñas y mujeres, porque es un problema estructural. Había oportunidad de sentar un precedente, de demostrar que sí se puede combatir la impunidad y que sí se pueden evitar y derrumbar los privilegios de poder, pero no fue así” enfatizó la presidenta de Ola Violeta AC.
Ante la decisión del Congreso, diversas organizaciones convocaron a una manifestación el sábado 29 de marzo en la Glorieta de las Mujeres que Luchan para protestar contra lo que consideran una muestra más de impunidad institucional. El llamado fue claro: “Queremos que le quiten el fuero a Cuauhtémoc Blanco y que sea juzgado #Nollegamostodas“

Aunque el acontecimiento parte de una denuncia concreta, la discusión sobre el desafuero de Cuauhtémoc Blanco va más allá. Pasará a ser un caso histórico, pero no por las razones correctas. Demostró que, lamentablemente, el discurso de igualdad, equidad y paridad se queda en eso: un mero discurso. Este suceso pudo trascender las barreras partidistas y enviar un mensaje claro de que en México ya no hay espacio para la impunidad cuando se trata de violencia de género, pero no fue así.
Porque esto no se trata de partidos, colores o venganzas políticas. Se trata de humanidad, de dignidad y de justicia. Si las 251 diputadas que hoy integran la Cámara de Diputados se hubieran unido ante el llamado de la diputada Patricia Mercado para quitarle el fuero a Blanco, este caso podría haber marcado un antes y un después. La política puede dividir, pero la lucha por los derechos de las mujeres debería ser una causa común y mientras no lo sea, seguiremos siendo testigos de oportunidades perdidas para cambiar la historia desde el poder.
A título personal me pregunto ¿Qué aprenden hoy las niñas, los niños y las infancias, al ver que incluso en el Congreso se protege a los acusados antes de escuchar a las víctimas? Cuando el poder decide cerrar los ojos, también está educando en silencio. Y en este caso reforzó la idea de que la palabra de una mujer vale menos que la estructura que la silencia.