Un nuevo desastre ambiental mantiene en alerta a Veracruz: un derrame de petróleo en el río Pantepec, en las inmediaciones del municipio de Citlaltépetl.
De acuerdo con los primeros reportes, la fuga habría sido provocada por un deslave ocurrido tras las fuertes lluvias registradas a mediados de octubre. El deslizamiento de tierra dañó un oleoducto de Petróleos Mexicanos (Pemex), lo que ocasionó la fuga de crudo que se extendió a lo largo de más de ocho kilómetros del río Pantepec, afluente que desemboca en el río Tuxpan.
Durante su conferencia matutina del jueves, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo informó que tres empresas especializadas (entre ellas la Secretaría de Marina) fueron contactadas para realizar las labores de saneamiento del río, trabajos que también abarcarán el manglar y las orillas.
Según la Secretaría de Marina (SEMAR), para atender la emergencia se desplegó un operativo conformado por 300 elementos, un buque de contención, un avión, un helicóptero, dos drones, siete embarcaciones menores y barreras contenedoras de puerto y de alta mar, además de otros equipos especializados.
Consecuencias ambientales y sociales
El derrame ha encendido las alarmas entre comunidades ribereñas y organizaciones ambientalistas, debido al riesgo que representa para las especies acuáticas y aves migratorias que habitan en la zona. En el cauce del Pantepec se encuentran nutrias de río, garzas, patos y tlacuaches acuáticos, así como una gran variedad de peces y anfibios que podrían verse afectados por la contaminación.
Asimismo, autoridades locales informaron que, como medida preventiva, se suspendió temporalmente el suministro de agua potable en municipios cercanos, incluido Tuxpan, donde el abastecimiento se realiza mediante camiones cisterna mientras se evalúa la calidad del agua.
Al cierre de esta edición, Pemex señaló en un comunicado que el oleoducto Poza Rica–Madero reanudó operaciones “de manera segura”, tras repararse la fractura. Sin embargo, especialistas ambientales advirtieron que la remediación completa del ecosistema podría tardar varios meses, debido a la magnitud del derrame y la complejidad de los suelos inundados.

