El Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos ha identificado que cada año al menos 400 millones de personas se infectan por algún virus del dengue. Identificando que las áreas con mayor riesgo de transmisión son las tropicales y subtropicales del mundo por la presencia del transmisor, el mosquito Aedes infectado.
Actualmente, la organización Conservation International, anunció que el incremento de los casos presentados en el año es una de las consecuencias del cambio climático. Estos cambios están directamente relacionados con los cambios en las temperaturas de los ecosistemas que generan condiciones más propicias en entornos en los que no era usual o que las mismas condiciones terminen durando más tiempo de lo que deberían. De hecho, de acuerdo con una estimación realizada por el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático en 2019, se prevé que unos 2000 millones de personas se enfrentarán a exposición del virus para 2080 si la tendencia actual continúa.
Ejemplo de esta situación es la República Islámica de Pakistán, quien es uno de los países más vulnerables al cambio climático y que han preocupado a los Fondos de Inversión en el Clima (CIF), el Fondo de Apoyo al Clima (CSF) y al Banco Mundial debido a que el problema de la potencialización de las enfermedades debido al cambio climático está creciendo rápidamente; el dengue es el virus arboviral más emergente en el país asiático con un aumento de 800 veces en los casos entre 1995-2004 y 2019.
Derivada de esta situación, la Organización Mundial de la Salud, presentó el “Plan Estratégico Mundial de Preparación, Disposición operativa y Respuesta (el Plan Estratégico Mundial) para hacer frente al dengue y otros arbovirus transmitidos por mosquitos Aedes” que intenta hacer una aproximación que reduzca la morbilidad, sufrimiento y muertes causadas por la enfermedad. Recordemos que, la OMS clasificó al dengue como una emergencia de grado 3 significando que es una enfermedad de alta peligrosidad y que requiere de la cooperación internacional para reforzar las capacidades de vigilancia.
El nuevo plan de la OMS consiste de 5 componentes esenciales para el control exitoso de los brotes de dengue, entre ellos la coordinación de emergencias mediante actividades de liderazgo y coordinación, el involucramiento de las comunidades expuestas, y el tratamiento de la atención segura y escalable.
– Créditos a imagen destacada: MedlinePlus –