
Poza Rica, la ciudad más poblada del norte de Veracruz, registró afectaciones severas por el desbordamiento del río Cazones entre la noche del 9 y la madrugada del 10 de octubre, luego de varios días de condiciones meteorológicas adversas. La población local es de 189,457 habitantes, según el censo de 2020, y el impacto se extendió más allá del municipio, con daños reportados en los estados de Veracruz, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí e Hidalgo. Las lluvias intensas se asociaron a la depresión tropical 90E y a la interacción de sistemas tropicales con un frente frío y uno cálido, en el cierre de una temporada de lluvias que ya mantenía los ríos al máximo y suelos saturados.
El viernes 10 por la madrugada, el Cazones rebasó su cauce en varios puntos y dejó a cientos de familias atrapadas, sin posibilidad de evacuar a tiempo. En la ciudad se reportó que el nivel del río superó los ocho metros y que el agua alcanzó segundos pisos de viviendas, con pérdidas materiales generalizadas, arrastre de vehículos y daños a inmuebles y servicios. En el rastro municipal se informó de la muerte de cientos de puercos por ahogamiento, lo que rápidamente trajo consigo la propagación de olores pútridos, mientras cuerpos de emergencia y vecinos iniciaron labores de limpieza y rescate en colonias afectadas. En varias zonas, residentes señalaron haber esperado más de dos horas sin respuesta por parte de las autoridades, así como de la Semefo (Servicio Médico Forense) para los levantamientos de cuerpos.
El saldo humano evolucionó conforme avanzaron los días. El lunes, el reporte oficial hablaba de 64 personas fallecidas y 65 desaparecidas en cinco estados; más tarde, la actualización federal elevó a 66 el número de muertes y a 75 las personas no localizadas, con el siguiente desglose: 30 en Veracruz, 14 en Puebla, 21 en Hidalgo, una en Querétaro y ninguna en San Luis Potosí. La Presidencia estimó alrededor de 100,000 viviendas afectadas por inundaciones y deslizamientos, y anunció acciones de infraestructura para despejar el río, construir diques, reconstruir puentes y levantar estaciones de bombeo en los estados impactados. Igualmente, aseguró que “hay suficientes recursos” para la fase de emergencia.
En el terreno, la respuesta es mayormente producto del esfuerzo comunitario. Vecinos habilitaron el Bulevar Adolfo Ruiz Cortines como un “corredor de la solidaridad”, con distribución de comidas calientes, bebidas, ropa y artículos de higiene; comerciantes locales aportaron pan, tortillas y agua, y se organizaron apoyos espontáneos ante el desabasto. Testimonios locales insistieron en que nadie quedará sin alimento, al menos con raciones básicas, recalcando que la colaboración vecinal ayudó a sostener las primeras jornadas de limpieza y auxilio.
“Aquí nadie se queda sin comer, aunque sea un taco con frijoles”, comentó Rubén Borja, un taxista de la zona
“No hay mala ayuda, ni que no alcance, así sea un vasito de atole de maicena o una torta de chicharrón, nos damos la mano entre vecinos”, asegura la vecina Magdalena Martínez
Por parte del gobierno, el Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina asumieron un rol central en la entrega de ayuda, en ausencia de un fondo especial de desastres puesto que este desapareció con el antecesor de la presidenta: Andrés Manuel Lopéz Obrador. Se han instaurado puentes aéreos que incluyen siete helicópteros y ocho aviones para abastecer diariamente a 51 comunidades. En materia de salud, el IMSS, IMSS-Bienestar, ISSSTE y Pemex desplegaron múltiples brigadas de vacunación, así como brigadas médicas y brigadas de vectores para fumigación y control del dengue. La línea 079 se mantiene activa para reportar personas no localizadas y recibir orientación. De manera paralela, se habilitaron 51 refugios temporales que albergan a 3,279 personas, y empresas constructoras privadas colaboran con maquinaria pesada para reabrir carreteras.
La explicación técnica del evento combina meteorología y contexto climático. Especialistas señalan que, en un planeta más cálido, las tormentas tienden a producir lluvias más intensas debido a que el aire caliente retiene más humedad. En entrevista, el doctor Arturo Quintanar, del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, calificó el episodio como extraordinario por la concurrencia de fenómenos, aunque no imposible de prever; a su juicio, lo complejo fue la rapidez con que se desarrolló, sin embargo rescata la posibilidad de haber tomado medidas preventivas como desalojos focalizados.
En Poza Rica, además del lodo y los escombros, residentes observaron una pasta negruzca en distintas zonas urbanas, aparentemente hidrocarburo arrastrado desde instalaciones petroleras cercanas; el fenómeno refuerza la necesidad de monitoreo ambiental y protocolos de remediación para zonas con actividad energética. En paralelo, la ciudad registró incidentes como choques de automóviles bajo el agua, cortes intermitentes de energía y comunicaciones, y activaciones de alarmas industriales durante la madrugada del evento.
También se expresó en protestas la exigencia de mayor velocidad en la ayuda. Durante la visita oficial a Poza Rica la presidenta sostuvo reuniones con funcionarios locales para evaluar el avance en las labores de limpieza, atención médica y distribución de víveres. Los habitantes manifestaron reclamos por la tardanza percibida en los apoyos y cuestionaron la utilidad de las visitas.
“Aquí estuvimos nosotros los tres días limpiando”, gritó un jóven. “¿De qué me sirve tenerte aquí?”.
En Pachuca, grupos protestaron frente al Palacio de Gobierno para demandar el aceleramiento de auxilios en localidades incomunicadas y estudiantes de la Universidad Veracruzana convocaron a una megamarcha para el viernes 17 de octubre en Poza Rica, Tuxpan, Xalapa, Orizaba y Coatzacoalcos, bajo la consigna de justicia y memoria por las víctimas.


En paralelo, un video que circula en redes acusa al alcalde de Poza Rica, Fernando Luis Remes Garza, de omisiones en una obra de contención para el río Cazones que a pesar de contar con el presupuesto (14 millones de pesos) este no se llevó a cabo. En la grabación, se escucha al propio alcalde decir “que me metan a la cárcel”. A falta de confirmación documental pública sobre la licitación, contratos y avances físicos, organizaciones vecinales y especialistas plantean revisar expedientes de obra, bitácoras y actas de pago, así como aclarar responsabilidades administrativas y penales en caso de irregularidades.
La emergencia en Poza Rica habla de la urgencia de consolidar la ruta de atención y recuperación sin perder de vista la preparación para la siguiente temporada de lluvias. Mientras tanto, el “corredor de la solidaridad” en el Bulevar Adolfo Ruiz Cortines y las redes vecinales muestran que la organización comunitaria seguirá siendo un componente clave, pero no puede sustituir las responsabilidades que tiene el gobierno y sus instituciones con la ciudadanía, así como una política que garantice la reducción de riesgos por catástrofes naturales.






