
A lo largo de la historia ha habido diversos momentos donde la interacción de los Estados Unidos con la nación de Yemen se ha visto muy tensa. Las constantes acusaciones entre los Estados sobre ser causantes de la desestabilización regional han cimbrado una relación de enemistad y constante conflicto. Durante varias administraciones, el gobierno americano ha desarrollado planes y estrategias contra grupos armados desplegados en la región y que pugnan por el poder en Yemen.
Bajo la justificación del combate al terrorismo, EE.UU. ha generado diversas intervenciones militares contra el territorio, la mayoría de estas llevandose a cabo de forma aérea y marítima. Esta acción no cambió con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, en múltiples ocasiones se han autorizado ataques directos a los almacenes, e instalaciones de las fuerzas militares hutíes, ocasionando múltiples bajas en la milicia nacional y civiles.
Los ataques se han intensificado desde el 2024, pues Estados Unidos intenta desmantelar diversas posiciones en el terreno desde donde son lanzados misiles y drones contra Israel y buques que navegan el Mar Rojo. Desde el 15 de marzo del presente año los bombardeos han incrementado contra los grupos rebeldes, mismos que son acusados de recibir apoyo por parte de Irán. Según fuentes del gobierno estadounidense, se han atacado más de 800 objetivos.
El pasado 28 de abril de 2025 el Ministerio del Interior de Yemen, mediante una rueda de prensa, dio a conocer que durante el último bombardeo de los Estado Unidos se había ocasionado la muerte de más de 60 personas que se encontraban resguardadas en un centro de refugiados. Se precisó que la instalación albergaba a 115 personas refugiadas y remarcó que este acto se sumaba a la lista de crímenes contra la humanidad cometidos por EE.UU., en específico contra la población yemení.
Las autoridades del Estado de Yemen han mencionado que los bombardeos dados el dia lunes se centraron en atacar un centro de migrantes en el norte de la capital Saná, y no contra instalaciones estratégicas. En este sentido se ha calificado al ataque como un crimen de guerra. El canal de televisión nacional Al Masira mostró imágenes sobre los cadáveres y los heridos en la zona vulnerada. Es necesario decir que este centro fungía como un edificio de detención para migrantes africanos que entraron de forma irregular al país.
De acuerdo a las cifras dadas por la misma televisora, solo 2 de las 68 personas fallecidas perdieron la vida tras ser internadas en el hospital local, las demás víctimas murieron en el sitio. Además, el medio informó que hasta el momento 30 personas aún siguen desaparecidas. Según el Ministerio antes citado, este centro estaba bajo la supervisión de la Organización Internacional para las Migraciones y la Cruz Roja.
Como respuesta, la milicia de Yemen anunció y propició un ataque masivo con misiles balísticos, de crucero y drones contra el portaaviones USS Harry S. Truman, mismo que está ubicado en el Mar Rojo. De este despegan la mayoría de los aviones que consolidan los bombardeos. El gobierno de los Estado Unidos ha reconocido que aunque no ha logrado frenar el avance insurgente, sí ha reducido la eficacia de sus ataques contra Israel y las embarcaciones comerciales, al mismo tiempo que han asesinado a líderes relevantes.
– Créditos a imagen destacada: © Reuters / Naif Rahma –