
Con la llegada de Donald Trump a la presidencia el pasado 20 de enero, las acciones contra las personas migrantes han sido muy notorias por su agresividad y sistematicidad, además, ha que el discurso en contra de ellas se ha estructurado y adherido en todas las instituciones gubernamentales, teniendo más notoriedad en las agencias más cercanas al presidente. Sin olvidar que en mas apariciones públicas del mandatario es posible visualizar dichos que criminalizan, denigran y vulneran a los migrantes.
Desde el minuto uno del inicio de su nuevo mandato era posible observar el futuro tenso en política migratoria que está por venir, y que sin duda alguna agudizaría la situación de precariedad en la que viven las personas migrantes. Con el cierre de la aplicación CBP One y la negativa a seguir concediendo asilo en el país, el comienzo de las redadas policiales; incluso ahora en centros sociales que se consideraban inviolables, y el despliegue del ejército a lo largo de toda la frontera con México, se esperaba que las acciones negativas aumentarán.
Ahora bien, la Base Naval de Guantánamo es todo un complejo militar de las fuerzas armadas de los Estados Unidos ubicado en la isla de Cuba, esta se encuentra en arrendamiento permanente desde 1903. Aunque desde hace ya varios años, el gobierno de La Habana ha pedido el retiro del personal estadounidense de la región, y ha clasificado este establecimiento como una ocupación ilegal, Washington se ha negado a retirarse, manteniendo a sus efectivos en la zona y otorgando el pago acordado al gobierno cubano..
A lo largo de los años, este terreno ha sido ocupado para diversos propósitos, durante los años 90 ‘s Guantánamo fue clave para tratar de contener “la crisis de los balseros” y recibir migrantes, por lo mismo se creó el Centro de Operaciones Migratorias de Guantánamo. En el 2002, comenzó a gestionarse como una cárcel de máxima seguridad, a ella eran llevados los acusados de realizar los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001, hasta la actualidad aún existen casos abiertos relacionados con estos temas.
El presidente Trump ha mencionado, que a pesar de que en la actualidad el Centro apenas cuenta con 120 espacios, se espera ampliarlo para albergar hasta 30,000 personas. Esto con el fin de recluir a extranjeros ilegales que “amenazan a los estadounidenses”. Según medios gubernamentales, los migrantes que fueran trasladados a este territorio no ocuparían lugares en el Centro de detención, ni compartirían espacios con las personas acusados de terrorismo. Sin embargo, la estrategia y logística aún no son públicas.
Ante este anuncio, diversos mandatarios y otros grupos sociales han reaccionado, pues Guantánamo recuerda a los escándalos que envolvieron a todos los casos reportados a tortura y violación sistemática de los Derechos Humanos durante el periodo inicial de la Guerra contra el Terrorismo. Pues al estar ubicado en una localidad fuera del territorio reconocidos internamente de los Estados Unidos, las leyes nacionales no aplican. Justificando así la extralimitación continua de las autoridades, adicionando, que muchos de los acusados por crímenes nunca llevaron un juicio legal ni regular.
El día 29 de enero se anunció por parte del ejecutivo, la firma de una nuevo decreto presidencial para poner en marcha esta nueva misión. El mismo le otorga facultades a los Departamentos de Defensa y Seguridad Interior para que comiencen a preparar las instalaciones de las instalaciones Guantánamo, justificando que con ellos se duplicará la capacidad de contener a los migrantes. Incluso llegando a decir que esta medida es una gran respuesta a la crisis migratoria, ya que es un “lugar del que es difícil salir”. Comentario que preocupa por las condiciones desconocidas en las que se encuentra el Centro de la Bahía.
– Créditos a imagen destacada: El País US –