
EL TERCER GÉNERO
La riqueza cultural, así como la diversidad sexual y de género en México, se perciben de la manera en que ciertos grupos se apropian del espacio público para ser vistos y tomados en cuenta, es decir, para darles existencia. Sin embargo, no siempre es así. En México, existe un tercer género que es aceptado dentro de una comunidad, lo cual nos invita a reflexionar sobre cómo se concibe el esquema binario tradicional de género en la sociedad mexicana. El estado de Oaxaca es un referente de la diversidad cultural, sexual y de género que existe en el país, en particular, en Juchitán de Zaragoza, una comunidad indígena zapoteca del Istmo de Tehuantepec, se acepta la existencia de un tercer género: los Muxes.
El término Muxe proviene del idioma zapoteca, existen diversas teorías que explican el significado de esta palabra, pero de acuerdo con un estudio realizado por Instituto de Estudios Sociales de La Haya una teoría sugiere que proviene de la palabra en castellano mujer que se adoptó al zapoteco en el siglo XVI. (Cruz, 2017)
Los Muxes son personas que nacen con órganos sexuales masculinos, pero con el tiempo se identifican con el género femenino, adoptando vestimenta y roles sociales que han sido tradicionalmente asociados a las mujeres. Participan en diversas actividades, como el bordado, la organización, decoración de fiestas y, principalmente, el cuidado de sus familias y del hogar. Esta participación activa dentro de su comunidad les otorga visibilidad, dando pie a una integración lo que las hace sentir estar en un espacio libre y seguro.
Es importante destacar que los Muxes son ampliamente aceptados dentro de su comunidad, esto se debe a que forman parte integral y natural de la composición de la sociedad zapoteca. La aceptación les ha permitido realizar actividades públicas que contribuyen al desarrollo de su comunidad. Según una investigación realizada por Hernández y Ferreira (2022), “se establece que los juchitecos afirman que en su cultura hay una completa aceptación e integración del muxe” Esta aceptación y aprobación les permite integrarse y participar en el desarrollo económico y social de su comunidad.
Es importante aclarar que la expresión de género y la orientación sexual son temas distintos, dentro de la comunidad zapoteca esto está bien definido. Ser Muxe no es sinónimo de homosexualidad, Barroso (2002, p. 155) menciona en su libro Hombre, mujer y muxe en el Istmo de Tehuantepec que “Tradicionalmente, ser Muxe no dependía de la orientación sexual. Es un género cultural, una función social y una identidad, pero no una característica del deseo sexual de alguien”. Sin embargo, esto no significa que no existan relaciones sentimentales o sexuales entre personas del mismo sexo dentro de la sociedad zapoteca. Esto nos lleva a entender que la expresión de género no es solo una cuestión de preferencias sexuales, sino que hace referencia al desarrollo libre de la personalidad, en la que se toman elementos sociales y culturales que permiten a la persona expresar mejor lo que es y siente.
Algunos Muxes se casan con mujeres, manteniendo su identidad y roles tradicionales de cuidado dentro de la estructura familiar. Otros optan por casarse con hombres, mientras que algunos deciden no formar una unión matrimonial y prefieren quedarse al cuidado de sus padres, desempeñando una función de apoyo familiar y social dentro de su comunidad. La importancia y aceptación de los Muxes dentro de la cultura zapoteca es de gran valor, ya que en la mayoría de los casos, son considerados como los hijos más valiosos dentro de sus familias.
Es cierto que los Muxes enfrentan los retos actuales del siglo XXI, lo que los ha llevado a migrar de sus comunidades en busca de mejores condiciones de vida. Desafortunadamente, han sido víctimas de discriminación, prejuicios y sus derechos humanos han sido vulnerados por no ajustarse a la heteronorma. A pesar de los esfuerzos de diversos colectivos e instituciones para defender sus derechos y visibilizar a los Muxes, la falta de información sigue siendo un factor importante que limita la aceptación de este sector de la población.
Los Muxes forman parte de la diversidad sexual y de género que existe en México. La aceptación que tienen dentro de sus comunidades nos invita a ser más abiertos y conscientes, a deconstruir nuestras ideas sobre la sexualidad y el género. La cultura zapoteca nos motiva a entender mejor el concepto de género, a fortalecer las relaciones sociales entre individuos y a valorar los dones humanos que los Muxes poseen. Entender a las Muxes nos permite comprender lo diverso que es el género y reconocer que no existe una sola forma de ser.
Créditos de imagen
Pijamasurf. (2015). FOTOS DE LOS MUXES, EL TERCER SEXO RECONOCIDO DESDE LA ÉPOCA PRECOLOMBINA. [Fotografía]. Pijamasurf. https://pijamasurf.com/2020/09/fotos-de-los-muxes-el-tercer-sexo-reconocido-desde-la-epoca-precolombina/
Referencias
1.- Borruso, M. M. (2002). Hombre, mujer y muxe en el Istmo de Tehuantepec. CONACULTA.
2.- Chávez, Aní Dario Hernandes, & Faria, Ivani Ferreira de. (2022). MUXES EN LA INTERCULTURALIDAD Y TERRITORIALIDAD DE LA COMUNIDAD ZAPOTECA EN OAXACA-MÉXICO. Revista da FAEEBA: Educação e Contemporaneidade, 31(67), 288. Epub 13 de janeiro de 2023. http://educa.fcc.org.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0104-70432022000300288
3.- Muxes: entre tradiciones y sexualidad. (2022). WMMagazine. https://wmmagazine.mx/women/muxes-entre-tradiciones-y-sexualidad/
4.- Santillan Ma. Luisa. (04 de noviembre de 2019). Los Muxes, el Tercer Género. Ciencia Unam. https://ciencia.unam.mx/leer/925/los-muxes-el-tercer-genero-