El primero de septiembre, como cada año, el informe de gobierno fue entregado al Congreso de la Unión, donde el presidente de la República da a conocer aspectos generales de su administración. Este año, la encargada de llevarlo al Palacio Legislativo de San Lázaro fue la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde. Ese mismo día, a las 10 de la mañana, Andrés Manuel López Obrador acudió al Zócalo capitalino para presentarlo ante el pueblo mexicano. Su discurso llamó la atención por sus controversiales afirmaciones, que describen un México diferente al que se vive. Diversos medios se dieron a la tarea de analizar su discurso y compararlo con distintas cifras y hechos. Algunos de los puntos que mencionó fueron el aumento de la producción de petróleo en México, la investigación sobre el caso Ayotzinapa, el sistema de salud (donde hizo la polémica comparación con el sistema de salud danés), la reforma judicial, la reducción de la pobreza, el aumento del salario mínimo y el crecimiento económico del país. Sin embargo, esto no significa que los datos, cifras o declaraciones del presidente se consideren precisos o verdaderos.
