El 14 de noviembre, Zimbabwe, en calidad de presidencia de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC en inglés) llamó a una cumbre extraordinaria de jefes de Estado del bloque regional entre el 16 y el 20 de noviembre en Harare, con el fin de discutir la situación política de Mozambique. Desde el 24 de octubre se dio a conocer el resultado de las elecciones presidenciales del país, mostrando que Daniel Chapo sería el próximo presidente y que el partido Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO) continuaría en el poder por más de 50 años. Ante su victoria, la oposición declaró que las elecciones habían sido fraudulentas pues hubo irregularidades durante el conteo.
A lo largo de las tres semanas posteriores a los resultados electorales, han persistido las protestas en contra de la continuidad de FRELIMO como partido en el poder, sobre todo en la capital, Maputo. Dichas manifestaciones han sido fomentadas, principalmente, por Venancio Mondlane, quien contendió en las elecciones presidenciales con el partido Podemos y por el descontento social de la población mozambiqueña. Mientras las protestas seguían, se desplegaron soldados militares y, junto con la policía, lanzaron gas lacrimógeno y tuvieron enfrentamientos violentos hacia manifestantes y civiles en zonas residenciales. De acuerdo con Human Rights Watch y con el Centro para la Democracia y los Derechos Humanos de Mozambique, se estima la muerte de 34 personas y 66 más heridas dentro de la contención del gobierno a las protestas. Aunque ya existen acusaciones por violaciones a derechos humanos al usar armas de munición real contra los manifestantes, el Ministro del Interior Pascoal Ronda señaló que eran medidas necesarias para “restablecer el orden público”.
Durante la última semana, Mondlane convocó a más protestas en las fronteras del país y en los puertos para dar lugar a la “cuarta ronda demostrativa” contra la elección robada. Incluso, la frontera suroeste de Lebombo fue cerrada por Sudáfrica, pues considera que deben tomar medidas de seguridad preventivas ante la situación política de Mozambique. Es importante destacar que el cierre de fronteras y la obstaculización de actividades comerciales de importación y exportación, pueden perjudicar la economía de los países cercanos como Zambia, Malawi, Congo, Zimbabwe y Sudáfrica. Misma razón por la que se convocó a una reunión el bloque regional SADC, sin embargo, son bajas las expectativas sobre la incidencia que puede lograr para la estabilidad de Mozambique.