
Durante las primeras horas del 6 de mayo, el Ejército de India lanzó una ofensiva a nueve supuestas bases terroristas en Pakistán, Jammu y Cachemira, territorios administrados por India y Pakistán, respectivamente. Como respuesta, Pakistán confirmó el derribo de cinco aviones de combate indios y un dron que se encontraban en las zonas de Bathinda, Akhnoor y Awantipora, cercanas a la línea de control que divide Cachemira.

Esta gran escalada militar entre ambos países surge después del ataque más mortal de los últimos 25 años, el pasado 22 de abril en Pahalgam, Cachemira de India. Las víctimas mortales fueron 25 turistas de nacionalidad india y una persona nepalesa, el gobierno de India atribuyó la responsabilidad a Pakistán, y este negó cualquier tipo de participación en los hechos.
Dentro de las declaraciones oficiales del Ejército la India, se señaló:
“Nuestras acciones han sido centradas, mesuradas y no han tenido como objetivo una escalada. Ninguna instalación militar pakistaní ha sido atacada. India ha demostrado una considerable moderación en la selección de objetivos y el método de ejecución.”
De acuerdo con las autoridades indias, en los ataques pakistaníes en la línea de control hubo 15 víctimas mortales y 43 heridos. Igualmente, la cuenta de X del Ejército Indio publicó:
Horas más tarde, el gobierno pakistaní dio a conocer que los bombardeos provocaron la muerte de 26 personas y 46 heridos, donde la población civil y dos mezquitas resultaron afectadas. El Primer Ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, respondió firmemente ante la posible escalada del conflicto histórico por Cachemira mediante el mensaje:
“Pakistán tiene todo el derecho de responder a este acto de guerra impuesto por India y se dará una completa respuesta. La nación completa apoya a las Fuerzas Armadas de Pakistán y la moral y el espíritu de toda la nación son altos.”
El Presidente Donald Trump mencionó que la situación era “vergonzosa” y que “esperaba que terminara pronto”, a pesar de que la Casa Blanca supo con anticipación las intenciones de India dado su estatus de socio con Estados Unidos. Asimismo, el Secretario del Departamento de Estado, Marco Rubio, dijo que se encuentra trabajando de cerca con ambos estados para llegar a una resolución pacífica.
El 7 de mayo, el Primer Ministro de la India, Narendra Modi, anunció el cierre del flujo de agua desde las fronteras internacionales del país, lo cual coincide con la suspensión del Tratado de las Aguas del Indo de 1960 con Pakistán. La contención de aguas de la India tendrá graves consecuencias para su vecino occidental ya que los ríos abastecen al 80% de las explotaciones agrícolas, algunas en riesgo de sequía. Siendo esto una posible estrategia al utilizar recursos naturales básicos como moneda de cambio durante las negociaciones, sin embargo, las autoridades pakistaníes consideran que la estrategia puede ser un “acto de guerra”.
En definitiva, los contraataques entre India y Pakistán por el control de Cachemira provocarán mayores afectaciones al tejido social ya dañado por 78 años y crece la latente preocupación internacional por el uso de armas nucleares de ambas potencias militares. Una escalada del conflicto, especialmente, afectará a las 8 millones de personas que viven en ambos territorios de Cachemira, mismos que han sido invisibilizados desde el fin del periodo colonial británico. En los próximos días y semanas la respuesta de las partes podrá ser por la negociación diplomática o en el uso de armas militares para reactivar completamente el conflicto.