
El 21 de octubre la Cámara Baja del Parlamento de Japón aprobó el nombramiento de Sanae Takaichi, primera mujer en el país en ocupar el cargo de Primera Ministra, con 237 votos de los 465 totales. Logró la mayoría de votos necesarios después de que el partido conservador que dirige, el Partido Liberal Democrático (PLD), llegara a un acuerdo de coalición con el Partido Innovación de Japón (PIJ). Takaichi ya había aspirado a ser Primera Ministra previamente, pero no fue hasta este año que consiguió un hito histórico para la política japonesa dentro del contexto de incertidumbre económica y tensiones políticas.
Después de Takaichi, quedó en segundo lugar Yoshihiko Noda por el Partido Democrático Constitucional (PDC) con 149 votos, Yuichiro Tamaki del Partido Democrático para el Pueblo (PDP) con 28 votos y Tetsuo Saito del partido budista Komeito con 24 votos.
Takaichi es apodada como la “dama de hierro” japonesa ante su admiración por la ex primera ministra británica Margaret Thatcher por su postura conservadora y firme en lo económico y en aspectos de defensa del país. Incluso algunos de sus ideales son:
- Rechazo a los matrimonios del mismo sexo.
- Oposición a la sucesión femenina.
- Defensa de los elementos nacionalistas de Japón.
- Abandono de los estándares de balance vida-trabajo (work-life balance) y de que se debe “trabajar como caballos”
- No habrá designaciones por paridad de género y se basará en los méritos de las personas.
Además, su agenda inmediata prioriza:
- Economía
- La preparación de un nuevo paquete de estímulo que superaría los 13,9 billones de yenes del año anterior, para enfrentar el alza de precios y la desaceleración del consumo.
- Apoyo a hogares y PYMEs mediante subsidios energéticos, alivio fiscal para pequeñas empresas, y políticas para contener el costo de vida.
- Inflación y salarios
- Control de la inflación y fomento del aumento real de salarios por el Banco de Japón.
- Presión al sector privado para que trasladen sus beneficios al alza salarial de empleados, incentivando una economía más equitativa.
- Plan energético
- Reapertura y expansión de plantas nucleares para reducir la dependencia de combustibles fósiles importados.
- Defensa y seguridad
- Continuará el aumento del presupuesto de defensa, ya por encima del 2 % del PIB, y la adquisición de tecnologías militares avanzadas.
- Revisión del artículo 9, sobre pacifismo, de la constitución japonesa para ampliar el rol militar del país.
- Cooperación estratégica con Estados Unidos, sobre todo ante la próxima visita de Donald Trump a Japón.
- Asuntos regionales
- Busca una política exterior más dura frente a provocaciones y tensiones territoriales, particularmente en relación a China y Corea del Norte.
- Promoción de asociaciones económicas y de seguridad con países del Indo-Pacífico como India, Australia y Filipinas.
El nombramiento de Sanae Takaichi como primera ministra representa un hecho histórico para Japón, no obstante, también representa un giro hacia una agenda más conservadora. Aunque busca revitalizar la economía y reforzar la posición de Japón en el mundo, su postura tradicionalista en temas sociales y su frágil coalición política plantean desafíos importantes, especialmente en el interior del país.
