
“La justicia es el pan del pueblo; siempre está hambriento de ella”
-François-René de Chateaubriand
El Día Mundial de la Justicia Social celebrado cada 20 de febrero de cada año, fue declarado por la Asamblea General de Naciones Unidas el 26 de noviembre de 2007, reconociendo que el desarrollo social y la justicia social son indispensables para la consecución y el mantenimiento de la paz y la seguridad en las naciones y entre ellas, y que, a su vez, el desarrollo social y la justicia social no pueden alcanzarse si no hay paz y seguridad o si no se respetan todos los derechos humanos y las libertades fundamentales (Naciones Unidas, s.f.).
Los cimientos de la justicia: Una perspectiva histórica y filosófica

¿Pero y qué es la justicia?
Es una pregunta que se ha hecho la humanidad generando una lucha incesable por hallar la respuesta. Existen diversas teorías sobre la justicia, por ejemplo Platón se pregunta ¿qué es la justicia?, ¿qué es lo bueno?, ¿qué es lo malo?, que la idea del bien absoluto va más allá del conocimiento irracional. Por otro lado, Hans Kelsen afirma que se atribuye a uno de los siete sabios de Grecia la célebre frase que la justicia significa “dar a cada uno lo suyo”. Esta expresión aunque aceptada por muchos filósofos del derecho, resulta ser insuficiente para garantizar un orden jurídico o social integral.
Ahora sabemos que la justicia aspira a la felicidad, a la libertad y a la jerarquía de valores como el valor de la vida y el valor de la libertad. Sin embargo, la justicia absoluta es una idea irracional (Kelsen, 2001).
La justicia, entonces se define como la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno su derecho, fundamentándose en dos elementos esenciales: la alteridad (relación con el otro) y la igualdad. Esta virtud está intrínsecamente relacionada con la ley, que se presenta en cuatro formas: la ley eterna, la ley natural, la ley natural moral y la ley positiva establecida por legisladores. La justicia se guía por principios de la ley natural moral que se manifiestan a través de la conciencia moral, la cual juzga los actos humanos según el principio universal de hacer el bien y evitar el mal. Estos principios siguen un orden basado en tres inclinaciones naturales: la conservación del ser, los bienes compartidos con otros y los bienes humanos como la vida en sociedad. La obligación moral surge de la vinculación entre la conciencia y los principios universales de la ley natural, mientras que la sanción moral actuará como mecanismo para promover el cumplimiento de estas leyes, estableciendo una distinción clara entre el bien y el mal (Corte IDH, 2011).
Tipología de la Justicia
La comprensión de la justicia como concepto integral requiere conocer sus diversas manifestaciones y dimensiones en la sociedad contemporánea. Se han identificado distintas formas de justicia a lo largo de la evolución del pensamiento jurídico y filosófico, cada una dirigida a abordar aspectos específicos de las relaciones humanas y la organización social. Operando de forma conjunta para crear un marco comprensivo que busca garantizar una sociedad más equitativa y armoniosa.
Por ejemplo, la justicia conmutativa que como señala Rawls (2009) es esencial para mantener la confianza en las relaciones sociales y económicas. Al mismo tiempo, la justicia legal como argumenta Dworkin (2012), debe aspirar a proteger los derechos fundamentales mientras promueve el bien común. En un enfoque más reciente, la justicia restaurativa se centra en la reparación del daño causado por el delito y prevenir futuros conflictos mediante el diálogo y la comprensión mutua. Por otra parte, la justicia ambiental se vuelve fundamental en el contexto de la crisis climática global, este tipo de justicia también abarca la noción de justicia climática que aborda las desigualdades generadas por el cambio climático y sus impactos diferenciados en distintas comunidades y –last, but not least-, la justicia animal que reconoce los derechos fundamentales de los animales, incluyendo el derecho a no sufrir maltrato, a vivir en libertad y a mantener sus hábitats naturales.
La justicia social emerge como una concepción más amplia y moderna que integra y trasciende las formas anteriores de justicia. Se basa en la igualdad de oportunidades y en los derechos humanos, va más allá del concepto de la justicia legal (UNICEF, s.f). Está basada en la equidad y sus defensores argumentan que permite la cohesión de las sociedades y las economías (Naciones Unidas, s.f.). Por lo tanto la justicia social representa un esfuerzo, un objetivo central que guíe todas las políticas nacionales e internacionales. Creando condiciones que permitan a todos los miembros de la sociedad desarrollar plenamente sus capacidades y participar activamente en la vida comunitaria.
Los seis pilares de la Justicia Social
La justicia social se fundamenta en seis principios esenciales que se interrelacionan para una sociedad más equitativa y justa.
- La dignidad de la persona humana, es un valor inherente y universal, una condición inalienable que emana de la propia existencia humana. Este principio reconoce que cada persona, dotada de razón y conciencia, posee una valor intrínseco que establece la base fundamental para la igualdad entre todos los seres humanos.
- El bien común, que va más allá de la simple suma de intereses particulares, representando las condiciones sociales necesarias para que tanto grupos como individuos alcancen su plena realización.
- La solidaridad emerge como el tercer principio, promoviendo una visión donde las necesidades ajenas se perciben como propias y requiriendo un trabajo coordinado por el beneficio colectivo. Este principio es especialmente relevante en el contexto internacional, donde las naciones más fuertes tienen la responsabilidad moral de apoyar a las más débiles.
- La subsidiaridad protege la autonomía de individuos y grupos menores, asegurando que los poderes superiores ayuden sin interferir excesivamente en sus competencias.
- El destino universal de los bienes constituye el quinto principio, estableciendo que los recursos de la Tierra pertenecen a toda la humanidad. Aunque reconoce la legitimidad de la propiedad privada, enfatiza que esta debe cumplir una función social y no puede considerarse un derecho absoluto.
- El valor del trabajo humano, resalta la importancia del trabajo en tres dimensiones fundamentales: personal, familiar y social. Este principio establece la primacía del trabajo sobre el capital, enfatiza la necesidad de un salario justo y reconoce la igualdad fundamental entre trabajadores y propietarios del capital.
Estos principios, actuando en conjunto, conforman un marco integral para la justicia social que promueve la dignidad humana, la igualdad y el desarrollo holístico tanto de individuos como de comunidades. Su aplicación busca crear una sociedad más equitativa donde cada persona pueda alcanzar su plena realización mientras contribuye al bienestar colectivo (Corte IDH, 2011).

El camino hacia una sociedad más justa
La justicia social representa mas que un ideal abstracto; es una fuerza transformadora que impulsa el desarrollo sostenible y la paz mundial.
“La búsqueda de la justicia es un proceso continuo que requiere de compromiso activo de todos los miembros de la sociedad”
-Amartya Sen (2009)
Esta búsqueda no es una utopía inalcanzable, sino un camino que se construye día a día a través de acciones concretas y compromisos renovados. En un mundo más conectado, la justicia social se ha convertido en una práctica indispensable. Su implementación efectiva se vuelve crucial para enfrentar desafíos globales como la desigualdad económica, el cambio climático y la discriminación. La celebración del Día Mundial de la Justicia Social es un recordatorio de nuestros ideales y una invitación a la acción, cada individuo, comunidad y nación tiene un papel crucial en este esfuerzo colectivo. El camino hacia una sociedad más justa es, en esencia, un compromiso con la esperanza y la transformación que contribuye a tejer un futuro donde la justicia no es un privilegio, sino un derecho.
Referencias
Braithwaite, J. (2004). Restorative Justice and De-Professionalization. The Good Society, 13(1), 28-31.
Bullard, R. D. (2018). Dumping in Dixie: Race, Class, and Environmental Quality. Westview Press.
Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México. (2020, 20 de febrero). Justicia social, principio fundamental para la convivencia pacífica. Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México. Recuperado de https://cdhcm.org.mx/2020/02/justicia-social-principio-fundamental-para-la-convivencia-pacifica/
Corte Interamericana de Derechos Humanos. (2011). La justicia como virtud social. Recuperado de https://www.corteidh.or.cr/tablas/r28711.pdf
Dworkin, R. (2012). Taking Rights Seriously. Harvard University Press.
Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal. (2020, 20 de febrero). Cerrando la brecha de la desigualdad podemos lograr la justicia social. Gobierno de México. Recuperado de https://www.gob.mx/inafed/articulos/cerrando-la-brecha-de-la-desigualdad-podemos-lograr-la-justicia-social
Kelsen, H. (s.f.). ¿Qué es la justicia? [Archivo PDF]. Recuperado de https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/12/5684/3.pdf
Naciones Unidas. (s.f.). Día Mundial de la Justicia Social. Naciones Unidas. Recuperado de https://www.un.org/es/observances/social-justice-day
Rawls, J. (2009). Teoría de la justicia. Fondo de Cultura Económica.
Sen, A. (2009). La idea de la justicia. Taurus.
Singer, P. (2009). Animal Liberation: The Definitive Classic of the Animal Movement. Harper Perennial Modern Classics.
UNICEF España. (s.f.). Día Mundial de la Justicia Social. UNICEF España. Recuperado de https://www.unicef.es/educa/dias-mundiales/dia-mundial-de-la-justicia-social